'¡Vaya rollo! ¡Cuánta fórmula!'- me decís.
Y yo os digo: ¡Qué interesante!
Sí, hay que recordar algunas fórmulas, porque son útiles y porque nos facilitan el cálculo, pero la parte emocionante de todo esto es su aplicación en infinitos casos de la vida real.
Para comprar moqueta, tienes que saber calcular cuánta superficie de suelo quieres cubrir.
Y para entender la factura del suministro del agua debes ser capaz de entender el volumen de agua que consumes.
Las matemáticas pueden ser muy útiles y divertidas